CINE: SECUNDARIAS (2023)
Al igual que nuestras protagonistas, ellas también estuvieron en la sombra, pero en esta ocasión es su momento de brillar en la luz. Para la representación, el director Arturo Dueñas utiliza la luz y los colores. En cambio, en las partes de los camerinos,... el blanco y negro son los colores elegidos. De esa manera, consigue que el espectador diferencie las dos partes de esta representación. La ficción se convierte así en el elemento con el foco de luz y la realidad, pasa desapercibida o lo intenta, sin colores llamativos, sin apenas luz,...
Únicamente son vidas como tantas otras, en blanco y negro. No destacan. Y en el mundo del teatro incluso, hay quienes viven más ese desgaste de color: las secundarias (en este caso). O esas actrices en en los que el foco de los personajes principales no consigue alcanzarlas. Pero de alguna manera, siempre están ahí presentes. Dispuestas a todo, para que la función pueda salir adelante.
Además, en los 81 minutos que dura la película no hay corte alguno. Todo es un plano secuencia y por lo que se puede apreciar, esta grabada cámara en mano. Algo que parece simular los ojos de los espectadores o la presencia de ellos, en los camerinos, pasillos,... Como si ellos estuvieran en el teatro, junto a las cuatro actrices.
No es habitual ver producciones en plano secuencia, a pesar de que cada vez están llegando más a nuestras pantallas (como por ejemplo, "Medusa Deluxe" de Thomas Hardiman). A pesar de ser una técnica complicada, en "Segundarias" parece convertirse en aliado de la tensión, manteniendo al espectador dentro de la historia y no dejándole respirar ni un momento. Siempre esta con una actriz o con otra (añadiéndole los ingredientes imprescindibles, que son las actuaciones de Inés Acebes, Pino de Pablos, Marta Ruiz de Viñaspre, Béatrice Fulconis y Olga Mansilla). Solo en el principio y en el final, podrán respirar y curiosear tras el telón, a pesar de encontrarse el mismísimo Carlos V en el escenario.
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