CINE: MUJERES EN EL 68 FESTIVAL INT. DE CINE DE SAN SEBASTIAN
Mujeres y el cine vasco son los dos puntos que cada vez más, están destacando en el 68 Festival Internacional de Cine de San Sebastian. Pero dejemos, el cine vasco, para otro artículo, porque bien se merece que os cuente tranquilamente, su presencia en el festival y no hacerlo, pasando de puntillas o mencionándolo rápidamente en alguna parte de este artículo. Además, igual que las mujeres profesionales se han hecho un gran hueco en este festival, tendrán su gran espacio en K-Kultura.
No ha
sido en una película ni en dos, sino en varias, en las que la mirada y el
trabajo de las profesionales van cobrando fuerza.
Desde
el principio del festival, era evidente la presencia de estas profesionales en
la programación. Pero, hoy, tras pasar por varias salas y sesiones, hay que
añadir que cada una de ellas, se está posicionado en primera fila. Sus
nombres se oyen en muchas sesiones, sus caras se ven en muchos posts de redes
sociales,…
Un ejemplo: a pesar de ya no sea su día de estreno, se sigue hablando del trabajo de
interpretación de las actrices de la película “Akelarre” (Pablo Agüedo, 2020).
Todas ellas, han hecho muy buen trabajo dando vida a cada una de sus
personajes, pero quizás de la que más se comente es de Amaia Aberasturi. Su
mirada al juez o la sonrisa con la que pretende dar fuerza a sus compañeras,
han cautivado a muchos compañeros y compañeras de prensa. Incluso, algunas de las palabras
que pronunció en la rueda de prensa, siguen sonando como ecos, en muchos
medios, redes,… Ella, junto al resto de las chicas, crea un conjunto perfecto
que promete mucho. Además, ¿a quién no le gustaría ser bruja, teniendo como
compañeras a cada una de estas actrices?
Nora es
una chica joven, que tras la muerte de un familiar emprende un viaje para
encontrarse a sí misma y su verdadero sitio en el mundo. Ane Pikaza es la
actriz que interpreta a Nora. Y de verdad, quedaros con su nombre porque aunque
sea con pequeños personajes,… Ane se está haciendo su propio sitio en la
primera fila. Por eso y por lo que nos regalará en un futuro seguro próximo, no
hay que perderla de vista.
Por
otro lado, Lara Izagirre vuelve a sorprender a los espectadores con esta
película, que de alguna manera u otra han sido tocadas con la energía, luz,
amor de cada uno de los personajes de “Nora”. Aunque, no les haya gustado a
algunas personas, Lara consigue demostrar que puedes pasar de una película
oscura y encerrada en cuatro paredes, a una llena de luz y espacios al aire
libre. Esperemos que en la próxima no nos vuelva a encerrar, porque tras “Nora”
va a ser difícil, volver a las cuatro paredes.
Todavía
queda festival y películas que ver. En cada una de ellas o al menos en algunas,
habría tanto que señalar y a tantas que mencionar, que podría pasarme horas
escribiendo. Lo mejor es que llenemos las salas de cine y les demos, aunque sea
con distancia, nuestro abrazo más cariñoso a cada una de esas profesionales. Y
porque no, también a los profesionales, porque entre todos, seguiremos creando
y luchando por lo que nos gusta: el cine.
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